9.6.11


Mientras la vida discurre sus horas y me discute de sus tiempos... se me antoja antojarme de ti...

Y pensar que todo comienza a veces oliendo el aroma de tu piel...
Es que tu aroma no huele lo mismo que otros. Tienes exactamente el aroma del abismo inacabado en el que caigo cuando mi pierdo contigo, en ti... en la cima que te erige hombre, mi hombre sin ser mío... tan solo porque tienes el poder, o la magia, o como quieras llamarle, de transmutar mis deseos en realidades desandadas y extasiantes desde tus deseos...
Y tu aroma tiene también eso de aglomerarse en mis sentidos al bañar las micropartículas de este aire que respiro cuando me lleno de ti...
Entonces sí... por así decirlo... tu aroma confluye justo aquí donde me distingo como mujer...




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso escrito.

Manolo Blog dijo...

Qué intenso es el aroma del deseo allí justo donde nace...